Este sistema de recogida asigna a cada día de la semana una fracción de los diferentes tipos de residuos que se generan en los hogares. Sus impulsores ensalzan los altos índices de recuperación conseguidos con este procedimiento, aunque también han surgido numerosas plataformas ciudadanas contrarias a su implantación.
La
Mancomunidad de Sasieta (Gipuzkoa) informó recientemente de que las localidades de Legorreta y Zaldibia han duplicado la cantidad de
residuos recogidos de manera selectiva, desde que el pasado 21 de marzo se implantara el sistema “Puerta a Puerta” (PaP). Concretamente, Legorreta ha pasado de un 33% a un 72% de residuos recogidos de forma separada, mientras que Zaldibia ha alcanzado el 78%, frente al 34% anterior a la puesta en marcha del PaP.
Por otro lado, el municipio de Itsasondo ha alcanzado una tasa de recogida selectiva del 83% con el PaP, ligeramente por debajo del 88% conseguido con el sistema anterior, que incluía el 5º contenedor para los residuos orgánicos. No obstante, lo que sí ha aumentado es el número de familias participantes, por lo que los responsables de Sasieta son optimistas y esperan que estas
tasas de reciclaje se incrementen a medida que el nuevo sistema vaya asentándose.
Cómo funciona el PaP
¿Pero en qué consiste exactamente el sistema “Puerta a Puerta”? Básicamente en asignar a cada día de la semana una fracción –envases, papel y cartón, orgánica y resto– que se puede depositar en la calle, a ciertas horas, para su recogida por los operarios del
servicio de recolección de residuos. Lógicamente, a aquellas fracciones que se generan en mayor cantidad se les asignan más días de recogida. En el caso concreto de la Mancomunidad de Sasieta, se dedican tres días a la basura orgánica (básicamente restos de cocina), dos a los envases, uno para papel y cartón y uno para la denominada fracción resto (aquella que hoy en día no se puede reciclar). El PaP sustituye así al sistema clásico de
contenedores urbanos para las distintas fracciones.